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El lifting de labios es una cirugía estética que aumenta el volumen de los labios usando un aparato que rellena los labios con sustancias especiales, grasa del propio paciente o con implantes. Generalmente este procedimiento es realizado en forma conjunta con el Lifting Facial, la Rinoplastia, el Lifting de Frente, la Cirugía de Pómulos o luego de una Mentoplastia. Aquellas personas que posean labios finos o que debido a la edad han visto disminuido el volumen de sus labios, y desean engrosarlos para mejorar su imagen, resultan ampliamente satisfechos con este procedimiento.
Lo primero que realiza el cirujano plástico es preparar el material con que se va a engrosar los labios. Las opciones son:
Aumento de Labios con Ácido Hialurónico.
Relleno de Labios con la grasa del propio paciente. Véase Lipofilling.
Luego procede a la inyección o implantación del material en los labios. Una inyección, usualmente, es suficiente para producir el efecto deseado. El procedimiento quirúrgico consiste en insertar el material por medio de pequeñas incisiones dentro de las comisuras de los labios.
Después del procedimiento el dolor y la hinchazón son mínimos y fácilmente controlable con la medicación. Casi inmediatamente luego de la cirugía, el paciente es apto para regresar a su trabajo.
La práctica de la medicina y la cirugía no es una ciencia exacta. Aunque este tipo de operación no tenga prácticamente ningún tipo de efecto secundario entre los posibles riesgos y complicaciones se encuentran infecciones, acumulación de líquidos, cambios en la sensibilidad de la piel, decoloración de la piel y/o hinchazón, etc.
El resultado puede ser temporal o permanente, dependiendo del material utilizado. Para resaltar aún más la nueva sonrisa generalmente se combina con tratamientos con Botox, un Blanqueamiento Dental o con Carillas de Porcelana.